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Fútbol
La Argentinidad al Palo
“...somos de un lugar
santo y profano a la vez,
mixtura de alta combustión
La argentinidad al palo...”
Fragmento de “La Argentinidad al palo” (Bersuit Vergarabat)
Sábado 4 de Julio de 2015. Estadio Nacional de Santiago. Final de Copa América. Argentina, tiene la oportunidad a los 22 años exactos de su última Copa, de acabar con una larga sequía. Aquella vez en Guayaquil, estuvo al frente México y tras 2 latigazos de Batistuta, la Copa siguió en las vitrinas de la AFA. Ahora el rival es Chile, con ganas de su primer título y frente a su público. El antiguo centro de detención del régimen de Pinochet será testigo del primer título austral o verá como la Argentina alcanza a Uruguay en la cima sudamericana. En todo caso, cualquier situación será más amigable que la vivida por los opositores en la larga dictadura chilena.
Pero en aquella década y cruzando la cordillera, la situación política argentina no era muy diferente. La dictadura llegó en 1976 y utilizó el Mundial 78 como distracción de la situación. Después vino el tema Malvinas, arrastrando al país a una guerra absurda. Antes, la Operación Cóndor, la hermandad entre las dictaduras del Sur, con la complicidad de todo el continente, incluyendo Washington. En el medio, dos pueblos vecinos pero rivales, de sentimientos poco amistosos. Y como se juega como se vive (Remember Pacho), el futbol ha vivido partidos ásperos como la semifinal Boca – Colo Colo de 1991, una verdadera batalla campal en Santiago. Fernando Niembro en El Gráfico escribía que ojalá los chilenos ganaran algo para que terminara esa ansiedad que llevaba a que todo lo volvieran una guerra. Colo Colo ganó aquella Copa. Pero la ansiedad sigue. La selección no ha ganado nunca. Puede ser la hora.
Para la final, Argentina tiene la historia de su lado. Sin duda. 24 juegos por Copa América y ningún triunfo chileno. Incluso en el último partido de 1955 cuando Chile con el empate era campeón, la Copa se fue a Buenos Aires. Tras ello, dos subtítulos más, el último en 1987. Y tras la ida a Francia 98, Chile tocó fondo. Y en 2007 llegó Bielsa y todo lo transformó. Le di poder mental al jugador y un estilo de juego basado en la presión y el vértigo. No ganó títulos, pero Chile regresó al Mundial en 2010 y adquirió status. Después del intermezzo de Borghi, llegó Sampaoli. Y le quitó presión, pero aumentó el vértigo. Eliminó a España en Río, casi saca a Brasil en el Mineirao y ahora los tiene a las puertas de la gloria. Con individualidades sobresalientes en esta Copa como Medel, Aránguiz, Vidal, Vargas y Valdivia, un arquero serio como Bravo, cerrojo del mejor club del mundo y con Alexis en deuda aún. Sampaoli sólo sabe atacar. No tiene plan B. Es más “bielsista que Bielsa” dicen
algunos. Espera torcer la historia, pues Chile organizó la Copa para ganarla.
Pero al frente no tiene los pesos pluma de la primera fase. Está un peso pesado. El Subcampeón del Mundo. Argentina está in crescendo desde cuartos de final. Grandes partidos contra Colombia y Paraguay, con rendimientos futbolísticos similares pero efectividad dispar. El arco cerrado contra nosotros, se abrió contra los guaraníes. Un Di María discreto hasta ese momento, se destapó. Pastore en gran nivel en toda la Copa. Buenos defensas como Otamendi, Rojo y Garay. Un león como Mascherano, firme desde Brasil 2014. Y Agüero certero arriba. La demostración de semifinales es de lo mejor que se ha visto en el torneo. Un gran nivel de un equipo que tuvo sombras en la primera fase, sobre todo atrás. La generación de los Mundiales Sub-20 de 2005 y 2007 busca un título en mayores. Ése que pasó tan cerca en el Maracaná. Este equipo es superior a aquel y Martino ha tenido la sapiencia de dar continuidad con su propio estilo, a un equipo que armó Sabella. Y como capitán del barco está Messi
inmenso y descomunal. Menos contundente que en el Barca, pero efectivo. Más que goleador, se ha convertido en un pasador. Su participación en el cuarto gol de la semifinal fue impresionante. Es el Balón de Oro fijo. Ojalá llegue su primer título con la selección mayor y que vengan más. Y sigamos disfrutando de este jugador de época. Pero siempre le pedirán más. Nunca será suficiente lo que haga, como dice Jorge Barraza.
Llegan dos equipos dirigidos por DT argentinos, uno de ellos repitiendo final como Martino. A la Copa llegaron seis entrenadores gauchos. Cinco estuvieron en cuartos y todos los semifinalistas nacieron en la tierra del tango. Esto no es gratuito. Es consecuencia del trabajo y hará que las eliminatorias vayan a ser más complicadas aún. Todos, de diversas vertientes, pero predominantemente de futbol ofensivo, desde sus épocas de jugadores. Y gracias a ello, vimos grandes partidos en la penúltima ronda del torneo. Un Clásico del Pacifico vibrante, el mejor partido del torneo hasta ahora. Al final ganó Chile, pero Perú cayó con todos los honres. Y Ramón Díaz con Paraguay tuvo un PT digno, con un arranque auspicioso e incluso casi empata a los 45. Pero en el ST, tras las lesiones y los goles de Di María, los guaraníes bajaron los brazos y abrieron las puertas de la goleada.
Mañana esta Copa será historia. No ha sido el torneo más brillante, pero sin duda ha mejorado con el paso de las fases. Y al juego decisivo llegan los mejores. Dos equipos con el futbol ofensivo por dogma, con entrenadores discípulos de Bielsa, quién a su vez dirigió a ambos selecciones. Muchas similitudes. Ganará quien aproveche mejor sus oportunidades. Veo mejor a Argentina por estar en ascenso, por tener a Messi, por el determinismo histórico y la necesidad de volver a ganar. Que el Estadio Nacional sea testigo de un gran juego y no de una guerra y que ojalá el futuro Balón de Oro levante la Copa y el ayuno termine. Con el respeto del anfitrión, la generación de Messi se lo merece. Y el viejo y querido fútbol argentino también.